domingo, 17 de mayo de 2009

Mi confrontación con la docencia

Lo acepto no soy docente por vocación pero si por convicción, cuando termine la universidad supe que había estudiado justo lo que más pasión me causaba, los números y las cuentas, pero de pronto caí en la realidad de que el mundo laboral no estaba precisamente esperándome, aunque después de un tiempo logre conseguir un empleo el cual aunque no era de todo mi agrado pues la verdad es que me gustaba la idea de sentirme útil y de colaborar para una empresa reconocida, después de varios años y por asares del destino surgió la oportunidad de dedicar mis esfuerzos a compartir mis conocimientos, cómo? pues sencillamente impartiendo clases. No lo he de negar al principio para mi represento una gran propuesta económica y de seguridad laboral, confieso que no fue nada fácil aunque se muchas cosas sobre mi carrera universitaria me di cuenta de que no era fácil transmitir los conocimientos, poco a poco me fui interesando en algunos cursos o en tips que me daban los compañeros y conforme pasaron los años pues agarre mucha confianza y claro preparando las clases y haciendo las planeaciones me ayudo a sacar adelante a mis estudiantes.
Pienso que de no haber elegido la carrera de contador definitivamente hubiese sido profesor de profesión porque la verdad es apasionante el estar en el salón de clases, ser receptor de las inquietudes, de las preguntas y de los sueños de los muchachos, el nivel medio es muy enriquecedor puesto que es la edad en que más críticos se vuelven los estudiantes y pues muchos son capaces de exigir gran rendimiento del maestro; pienso que esta etapa es decisiva, muy importante puesto que es el tiempo en que los jóvenes se motivaran a elegir su camino como estudiantes universitarios o por el contrario las chicas querrán salir y casarse y los muchachos puede que no tengan la misma oportunidad de estudiar y tengan que trabajar para ayudar a su familia, así que mi tarea diaria, mi reto es motivarlos a estudiar una carrera profesional y si es posible hablar con los padres sobre la importancia y los beneficios que obtienen los chicos al estudiar.
El reconocimiento que obtiene uno como docente es totalmente proporcional al empeño y compromiso que aplica uno a sus clases, he visto pasar muchas generaciones por los salones de clase, he visto a muchos chicos alcanzar grandes puestos y la verdad es totalmente gratificante el hecho de que aun te vean en la calle, te saluden y tengan un buen recuerdo de ti, pero sobre todo que la semilla de la superación y del crecimiento personal y profesional haya florecido.
Por otro lado también esta carrera de maestro es en algunos momentos frustrante puesto que muchos chicos están en clase por el simple hecho de que sus papas los mandan y a ellos realmente no les interesa estar ahí, solo calientan el lugar y en ocasiones cuando todos actúan de ese modo he llegado a pensar que el trabajo que uno realiza no vale tanto la pena, y es aquí donde uno intenta replantear sus estrategias de enseñanza, y cuestionarse que hace que los chicos no les llame la tensión esta clase, es por su naturaleza o es la pedagogía utilizada…en fin este es el reto constante.

4 comentarios:

  1. Hola amigo:

    Gracias por esta invitación, realmente me impresionó la manera en que fluyeron sus ideas. Siento que es realmente honesto con lo que dice y la manera en que lo expresa.

    Como lo mencioné antes en el curso, Yo si soy Profesor de profesión, eso me hace orgulloso y celoso de mi profesión. Pero, cuando conozco personas que se expresan como Usted lo hizo, sobre la tarea que realizamos, sólo me resta decirle que le agradezco la manera en que lo hace, su sinceridad y mi respeto hacia Usted y la actividad que realiza.

    Que tenga un excelente día y mucho éxito profesional.

    Su amigo...

    Profr. Mario Alberto Hernández Chamarra

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  2. Hola Víctor:

    Pienso que me identifico con lo que mencionas sobre como se fue dando la oportunidad de ser docente y como al principio el panorama era meramente una propuesta económica y seguridad laboral también comparto que al principio me costaba trabajo entender a los jóvenes y transmitir conocimientos, pero poco a poco me fue fascinando esta profesión y a través de cursos de actualización y estrategias de enseñanza, también los consejos de mis colegas con mas experiencia, fui creciendo , estoy conciente que puedo crecer mas y poner mas atención a la responsabilidad que tengo en mis manos, es verdad que “El reconocimiento que obtiene uno como docente es totalmente proporcional al empeño y compromiso que aplica uno a sus clases”, yo todavía no he tenido la oportunidad de ver a mis ex alumnos como profesionistas pues el año pasado se graduó la primera generación del plantel, pero me llena de satisfacción topármelos fuera, y me saluden con respeto y cariño.


    Respetuosamente.

    Martha Juárez

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  3. Compañero Víctor:
    Me agradó leer tus sinceros comentarios en este texto escrito al inicio del módulo uno.
    Me pasó algo parecido a lo que cuentas en tu historia (misma que te invitaré a leer en mi blog, cuando encuentre mi enlace, porque estoy en proceso de formación en esto), con la pequeña diferencia de que mis estudios sí fueron completamente en la docencia, y al igual que tú, una vez inmerso en esta profesión, he tenido grandes satisfacciones y también ratos de desesperación. Los consejos y comentarios que tengamos sobre esos detalles nos harán saborear más los triunfos y a encontrarle un paliativo a los fracasos.
    Con gusto seguiré leyendo tus publicaciones.
    Cordialmente:
    Edmundo Hernández Cataño

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  4. Hola Victor:

    Es interesante ver tu cambio de profesionista a profesor y aunque tus inicios hayan sido por la oferta laboral atractiva que representa tener un salario seguro, lo más importante es esa transformación que lograste, aceptando tu labor docente como una vocación que se refleja en el empeño que pones al atender a tus estudiantes. Feliciadades.
    Leticia García Fernández

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